La mayoría de la gente no se da cuenta de que las ventanas de casa tienen una vida útil y hay que sustituirlas para que sigan siendo eficientes desde el punto de vista energético. La frecuencia con la que debes sustituir las ventanas de tu casa depende de varios factores, como el tipo de ventanas, su calidad y las condiciones ambientales a las que están expuestas. Sin embargo, hay una pauta general que te puede ayudar a determinar si debes plantearte sustituir las ventanas.
Vida útil de los estilos de ventanas domésticas más populares
Ventanas de vinilo: 20-30 años
Ventanas de madera: 20-40 años (con un mantenimiento adecuado)
Ventanas de aluminio: 20-30 años
Ventanas de fibra de vidrio: 30-50 años
Factores que influyen en cuándo necesitarás cambiar las ventanas
Edad: Si tus ventanas se acercan o han superado la vida útil media de su material, es hora de plantearse sustituirlas.
Daños: Nada dura para siempre. Si notas grietas, alabeos o juntas rotas, son señales de que hay que cambiar las ventanas de tu casa.
Eficiencia energética y facturas de electricidad elevadas: Las ventanas antiguas pueden no ser (probablemente no lo son) tan eficientes energéticamente como los nuevos modelos de ventanas. Tus ventanas originales podrían estar provocando facturas de energía más elevadas.
Funcionalidad: ¿Funcionan tus ventanas como deberían? Cuando tienes dificultades para abrir o cerrar las ventanas, corrientes de aire o condensación entre los cristales, son indicios de que ha llegado el momento de buscar sustitutos.
Estéticas: Una remodelación o incluso una nueva capa de pintura pueden ser todas las razones que necesitas para sustituir tus ventanas. Cuando le des un lavado de cara a tu casa, actualizar y mejorar tus ventanas proporcionará un agradable toque final.
Señales de que ha llegado el momento de cambiar las ventanas de tu casa
Corrientes de aire: Sentir corrientes de aire cerca de tus ventanas sugiere un aislamiento deficiente.
Condensación: La condensación persistente entre los cristales indica fallos en las juntas. Las juntas defectuosas pueden aumentar la humedad de tu casa.
Ruido: El aumento del ruido exterior puede significar que las ventanas están perdiendo sus propiedades aislantes.
Podredumbre y deterioro: La podredumbre visible en los marcos de madera o el óxido en los marcos metálicos son signos que indican que el matial se está deteriorando y necesita ser sustituido.
Facturas de energía elevadas: Un aumento notable de los costes de calefacción y refrigeración puede ser consecuencia de unas ventanas ineficientes. Si año tras año, mes tras mes, tu factura de la electricidad aumenta más que la de tus vecinos, puede que haya llegado el momento de examinar detenidamente tus ventanas y comprobar que son eficientes desde el punto de vista energético.
Consejos de mantenimiento de ventanas
La buena noticia es que hay cosas que puedes hacer para alargar la vida de tus ventanas.
Limpieza periódica: Mantén las ventanas limpias para evitar la acumulación de suciedad y residuos.
Inspecciones: Comprueba periódicamente si hay signos de desgaste y daños para poder identificar los problemas y solucionarlos antes de que se conviertan en problemas.
Impermeabilización: Asegúrate de que las juntas y los burletes están intactos para evitar las corrientes de aire. Con el tiempo, las juntas y los burletes pueden desgastarse, despegarse y perder eficacia. A la primera señal de un posible problema, toma las medidas necesarias para corregirlo.
Reparaciones: Afronta los problemas menores con prontitud para evitar daños mayores. Cuando se trata de tu casa y sus ventanas, el tiempo es esencial. Las cuestiones menores pueden convertirse rápidamente en grandes problemas que cuestan mucho dinero. Así que, para ahorrarte dinero y quebraderos de cabeza, presta la debida atención a las características de tu casa que la hacen energéticamente eficiente.
Mantener una hogar energéticamente eficiente vigilando estos factores y señales puede permitirte determinar mejor el momento óptimo para sustituir las ventanas de tu casa.